Laburitos

En el Conngo nadie se toma tanto trabajo para matar lo que nunca estuvo.

Sentencias

En el Conngo, nadie es tan imbécil como para creer que realmente existen el día y la noche. Nadie es tan ajeno, tampoco, como para dejar pasar una noche siquiera sin mirar su luna.
En estas tierras, también, lo escrito se distingue claramente de lo predeterminado.

Tiempo de Conngo

En el Conngo, el tiempo no tiene solución de continuidad. Los días se desagregan en horas, estas en minutos, aquellas en segundos... Sucesión que evidencia la aleatoridad del devenir y lo devenido. El tiempo, en el Conngo, jamás será algo que pueda transcurrir. Será siempre Otra Cosa.
Un ignoto conngudo postuló que, en realidad, el tiempo es aquello que refleja las contradicciones entre el Conngo y la Nada. Nadie jamás se ha tomado un minuto para escucharlo.
Estudiosos congregados han creido ver en el tiempo un tenue reflejo del Conngo creador. Siempre eterno y siempre conngo.
Pocos son los personajes del Conngo que se han atrevido a indagar estos vacíos. La mayoría de ellos han arribado a la siguiente sentencia:
En el conngo, por más que se la busque y persiga, jamás se atrapa una respuesta. Los misterios del Conngo son los que permiten que este se ubique en el punto más rojo de los infinitos.
Aquel que es paralelo a la existencia más simple.