Gineceos del Conngo

Existen seres cósmicos en este lugar, tal es el caso de las mujeres mágicas del Congo, las que aceleran los atardeceres por salir al aire, y con su luz, agotar cada vez mas temprano al propio sol.

Las mujeres castas, suelen sonreír a menudo, con una risa perpendicular al desencanto que sorprende al verlas, algo así como un gemido o quizás una queja.
Otras en cambio, viven entre los modelos de plástico y no son, si no mas que muñecas que regalan besos, venerablemente hermosas, imitan angelitos de porcelana, y no sonríen... te alargan la vida un ratito.

Cada una de ellas, tiene todo permitido pues nada nunca puede nunca negársele.
Ante la menor fluctuación, cambian los horarios y sobrevienen noches en las horas de la mas tempranas mañanas y viceversa.

1 comentario:

  1. Hay mujeres que arrastran maletas cargadas de lluvia,
    hay mujeres que nunca reciben postales de amor,
    hay mujeres que sueñan con trenes llenos de soldados,
    hay mujeres que dicen que sí cuando dicen que no.

    Hay mujeres que bailan desnudas en cárceles de oro,
    hay mujeres que buscan deseo y encuentran piedad,
    hay mujeres atadas de manos y pies al olvido,
    hay mujeres que huyen perseguidas por su soledad.

    Hay mujeres veneno, mujeres imán,
    hay mujeres consuelo, mujeres puñal,
    hay mujeres de fuego,
    hay mujeres de hielo,
    mujeres fatal.
    Mujeres fatal.

    Hay mujeres que tocan y curan, que besan y matan,
    hay mujeres que ni cuando mienten dicen la verdad,
    hay mujeres que abren agujeros negros en el alma,
    hay mujeres que empiezan la guerra firmando la paz.

    Hay mujeres envueltas en pieles sin cuerpo debajo,
    hay mujeres en cuyas caderas no se pone el sol,
    hay mujeres que van al amor como van al trabajo,
    hay mujeres capaces de hacerme perder la razón.
    (Estribillo)

    Hay mujeres que compran a plazos un nicho en el cielo,
    hay mujeres que cambian abrazos por ramos de azahar.

    Al parecer éstas palabras salen desde la experiencia...Creo... "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió" No te parece Aristarco??? Creo en la posibilidad de que todos alguna vez llegamos a conocer el amor como a un íntimo anhelo de restitución de una plenitud perdida, a chocarnos con nuestra mitad originaria,y así volvernos a sentir plenos como seres andróginos-sugerencia:ver el mito del andrógino, "El Banquete"-.

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