Expectativas

Los días se despojan de sus horas deprisa y los otoños se persiguen entre perfumes y tempestades. Algunos acuden al foro de las recordaciones y otros especulan que la vida no es color de rosa, pero saben que hay belleza en algún rincón del tiempo.
Cada convicción es un alivio eso si, pero rara vez se llega a una certidumbre y por eso es tan grata la invasión de una sorpresa.

De las similitudes

A veces las calles se llenan de miseria y todo se inunda de incertidumbre sobre un fin que de antemano de sabe cierto.
Aquí todos son exactamente iguales en apariencia pero cuando este clima sobreviene en la tardes de Conngo, no hay parecidos ni pareceres que resistan mas de un cuestionamiento.

Mas conjeturas

Hay pasillos en los que la rutina precipita tempranamente. Ciertas recaídas disimulan sentidos que sucumben ante la primer nueva experiencia que aparezca.
Ocurre que en Conngo hay mas escribanos que foros y entonces, durante las diligencias, los descalzos empapan sus plantas de apatía y desgano.
Las malaslenguas rumorean que esta falta de gestión del aburrimiento es precisamente lo que da lugar a las pausas.

Cuarentenas

Aunque desde la experiencia pueda afirmarse lo incierto de los finales, en Conngo acecha una suerte de virus en el camino a la trascendencia. Los reportes muestran a duras penas, evidencia de resultados catastróficos.
Los infectados con frecuencia se vuelven adictos a la constancia y no pueden concebir no ser expertos en algo.

Postulado del error

En Conngo nadie se equivoca mas allá de sus torpezas. El tiempo pasa y es como si nada mas llegase a pasar del todo. Cada instante es lo único que existe mientras dura y solo a veces deja huellas parecidas a recuerdos.
Las eventualidades en cambio, son irreversibles o espontáneas según la cara del protagonista. De nada sirve predisponerse, todo devenir esta desprovisto de predicciones y resulta sorpresivo por añadidura. Algunos, de hecho, sostienen que por aquí las agonías no existen.