Sobre las preguntas horizontales

La autoridad en ciertos galpones, se confiere de manera automática a quien formula la pregunta indicada. Cada pregunta resulta, para los delegadores, fuente de sabiduría, madurez y coherencia. Preguntar, implica tener acceso a la pregunta.

La Ironía no descansa en el solo hecho de conocer la pregunta, cuestionar implica encontrar un para que.

Inventar una pregunta, es darle sentido al acto de preguntarse por la respuesta que esa misma pregunta persigue.

La coincidencia, no frecuenta estos lares, pero sin embargo, los eruditos afirman que en este pedazo de suelo plagado de aprendientes, casi cualquier despabilado llega a ser rey.


Recursos

Para los congolitos menos agraciados de sonrisa, no hay pétalo que resulte inútil cuando hay que seducir.
Los menos nobles, cuentan en tono de leyenda, victorias pasadas y metamitos, aventuras de las que se proclaman héroes inapelables y sabedores del dogma.

Los casi escépticos, alegan contra lo impropio que resulta devenir a pesar del destino y como rememorando una liturgia religiosa o milenaria, cuidan de no volver sobre sus pasos. No tendría sentido tampoco, procurar algún camino de nuevo.

Es en el lamento por la perdida, donde siempre subyace un dejo de negación de lo que se busca recuperar.

Evoluciones

El clan de los cuasiestáticos tiene por misión estudiar evoluciones, en sus estatutos reza, entre otras, la siguiente conclusión:

“cuando los jardines elípticos rebalsan de luna, diecisiete equilibrios sucumben”.


-He llegado a pensar que aquí el equilibrio es discreto, de modo que entre dos balances consecutivos no hay estado posible. Los equilibrios en el Conngo, viven en los seres y los momentos que tienen la capacidad de esfumarse y desaparecer.

Cuando un equilibrio colapsa no puede recuperarse. Los recordantes se deprimen, los noctámbulos cruzan la calle y los aprendientes, entre tanto, se toman vacaciones.